jueves, 26 de noviembre de 2015

"La Esperanza". Honestidad y experiencias

“Con una red de oficinas complicada sólo conseguiremos perpetuar el odio del pueblo a la burocracia. Con el ejercicio de la vida solidaria ésta irá siendo espejo y no teoría”. 
Felipe Alaiz.
¿Estamos en periodo revolucionario?. Revista Tiempos Nuevos. 1 de octubre de 1936


La Radio Anarquista de Berlín entrevista al portavoz de la Federación Anarquista de Gran Canaria con motivo de conocer cómo surge y cómo se desarrolla allí desde el 2011 el proyecto de vivienda "La Esperanza". Ruymán Rodríguez contesta a las preguntas que se le hacen con claridad, sinceridad y lucidez.

Me parece muy interesante todo lo que explica además de lo particular de esta ocupación, de las mayores de Europa, porque va más allá de cuestiones exclusivas de la misma. 

En primer lugar, que el proyecto nace al darse cuenta de que hace falta activar la parte creativa para construir y no quedarse sólo en una lucha de demoler e ir a la contra, o de resistir. En concreto en este caso como alternativa ante las carencias, además de las graves e intrínsecas del sistema estatal-capitalista, de otros movimientos sociales que llevan a cabo también la práctica del realojo, pero que ahora los podemos ver hasta ganando el gobierno de megápolis (es decir, que lejos de ser antisistema, lo refuerzan con la excusa de ser alternativos).






Es sugerente escuchar cómo son los propios vecinos y vecinas los que con unas pocas herramientas, enseñadas con la práctica y el ejemplo, ideas en la praxis, sin carga ideológica, son capaces de gestionar y cubrir sus necesidades básicas, a la vez que descubren el poder de la ayuda mutua, de la asamblea y de otras teorías que si se quedan ahí, en especulaciones, son inútiles. Cuenta cómo han creado diversos grupos de trabajo para cada aspecto, entre ellos una huerta y animales para la subsistencia de parte de las familias, y se hacen cada vez más y mejor las dueñas de su propia vida.

Explica también que han sido las mujeres las que más hacen por la convivencia, el rol de la fuerza "masculina" se ha visto inoperante, y las que piden las casas son ellas, más prácticas y más resolutivas, pero ello no quiere decir que no tengan problemas de machismos y todos los demás -ismos. Está muy bien porque no se centra en la lucha de géneros con la que nos bombardean a diario, sino que pone al propio movimiento anarquista como ejemplo de esas actitudes, guerra de sexos pero también entre razas, religiones, creencias y sobre todo nivel de pobreza, que están dentro de nosotros y en todo tipo de personas y grupos en esta sociedad.

El autoconocimiento y la autocrítica que demuestra y plantea como fundamental es ejemplarizante. "Descubrir con 32 años que Kropotkin se equivocaba..." eso dice en un momento de la charla. Y es que el proceso no puede ser económico ni educativo, no hay que contramanipular, sino que solo puede hacerse real mediante la experiencia personal, libre y dura, y así si nos equivocamos seremos nosotros, que es la única forma de aprender. Lo llama muy acertadamente también "propaganda por el hecho".

Es la mayor dificultad que ve en la comunidad, interiorizar hasta que lleguen a ser prácticas instintivas de cada individuo. Maneras de proceder que traen armonía pero que en otro momento se olvidarán si no estamos pendientes de continuo, si no hacemos por conocer nuestros límites y afrontar de manera realista nuestra naturaleza, cada cual la suya. Sólo el criterio personal, la toma de conciencia de todas y cada una es el camino a seguir, no hay atajos, dirigismos efectivos ni discursos mágicos. Y así construir el día a día en común, con calidad en los sujetos y la comunidad será y funcionará mejor.

Cuenta cómo ha habido engaños y para no cometer injusticias hay que mantener unos mecanismos de control, además de implicar en el propio proceso a cada cual, no darlo hecho. En los siguientes realojos le piden a la persona interesada que participe de la ocupación que será para su familia. Llama "despertar" al haber visto y comprobado que el que alguien tenga los medios para vivir no garantiza que sean mejores, lejos de ser positivo, alimenta al sistema, porque una persona descontenta sin  hacer esfuerzo tiene casa y comida, lo que no tiene ningún carácter revolucionario y vuelve a estar conforme y así el capitalismo se fortalece.

Advierte Rodríguez cómo otros grupos anarquistas en las islas no han sido ningún apoyo, no han hecho ni un comunicado, y en la península algo más de ayuda han tenido, pero es muy significativo que hay más interés por los medios sensacionalistas que buscan el morbo que por aquellas organizaciones que están en lo que se supone la primera línea de batalla en cambiar el mundo en que vivimos. Le da pena que no se usen experiencias como ésta como "palanca" para avanzar en las prácticas y la acción, y denuncia la "hiprocresía" de poner pegas como excusa ante las ganas nulas de trabajar de algunos y algunas. Porque el camino que lleva él y sus compañeras es muy duro.

Confiesa que el proyecto en sí es una incógnita, puesto que serán los que estén los que decidan hacia dónde y cómo. Lo que no quiere decir que en caso de problema no estén ahí para apoyar. Y yo pienso en las colectividades durante la guerra civil y cómo se convirtieron en un mero proyecto económico y productivista, muy lejos de ser una revolución. Cuando das algo por hecho se puede dar un retroceso.

Todo un acierto, que quizá marque las diferencias con otros proyectos de ocupación y realojo del estado, es que no se han dejado tentar por ningún partido político. Narra en esta rueda de prensa cómo se les acercó un partido preguntando que a quién iban a votar, "que eran mucha gente", y que le ofrecieron ir en la lista electoral, que así sería posible incluirlos y ayudarles desde las instituciones. Pero se han mantenido al margen y para mí es una de las claves de su éxito (es muy elegante que Ruymán no diga qué partido fue, en realidad todos son lo mismo, tienen la misma naturaleza intrínseca).

Me ha llegado hondo la responsabilidad de los padres y madres que aquí llegaron, no querían claudicar ante los servicios sociales que iban a separar a sus familias, además de ver que las ayudas individuales no son la base de la solución, tampoco la caridad, los cheques-comida, sino un parche que no cambia ni su situación ni la del conjunto. Me lleva a pensar también cómo son las personas en concreto, no como algo general, como una masa informe, la calidad de las mismas, las habilidades, la fortaleza que cada individuo en concreto tenga, las que hacen que los proyectos, las acciones, tengan una naturaleza u otra, una importancia, transcendencia, grandeza, es lo que marca la diferencia.

El aumento de la represión, multas, juicios y detenciones, es una triste muestra de que van por el buen camino, de que si estas realidades se conocen, se estudian y replican pueden ser parte de la estrategia de un verdadero cambio favorable al pueblo y en contra de las elites.

Frente la represión contra el individuo, está la comunidad, para apoyarlo y porque los proyectos no pueden depender de una sola persona y debería continuar aunque alguno de los miembros fallen por la causa que sea.

"La anarquía es una gestora de recursos" muy útil, nada tiene que ver con la utopía. Pero para mí, Ruymán nos da el quid del verdadero sentido en general, fuera de cualquier ideología, y esto me gusta mucho puesto que no me considero anarquista ni nada parecido, pero es de sentido común llegar a las conclusiones que aquí he intentado exponer.

Vivimos en la abundancia, en una realidad que no es de escasez de medios, productos ni servicios sino egoísta, elitista, interesada y exterminadora de la naturaleza y no sabemos defendernos, mejorarnos, hacer la revolución.

Os dejo con él que es el que lo ha vivido y lo cuenta mucho mejor que yo. En otra entrevista escrita y en este audio:






Ahora piden ayuda y yo pongo mi granito de arena desde aquí enlazando su solicitud de apoyo para que el que lo considere acertado, aporte lo que pueda: "La FAGC y la represión"





jueves, 12 de noviembre de 2015

Poemas a los árboles... y a todo lo demás.

Me estaba poniendo en plan activista y casi reivindicativo, pero no quiero perder el tono vital, expansivo y con un importante factor espiritual que me es necesario para seguir con la motivación suficiente para publicar algo periódicamente. Para no aburrirme a mí misma.

Puesto que no sé muy bien qué objetivo tiene este blog, más allá de recoger enlaces a temas que me interesan y compartirlos y, por otra parte, habituarme a escribir con la íntima motivación de hacerlo cada vez un poco mejor, quiero ir probando y experimentando.

No se puede vivir a la contra. Por eso todos los días leo poemas. En la poesía encuentro mi forma de meditación, ya que no conozco ninguna de las técnicas y de los métodos que hay por ahí, no puedo comparar ni nada parecido, pero a mí este procedimiento me gusta. Es un abandono creativo, un dejar en suspenso el día para que penetre la experiencia de otros y su visión personal de la realidad, con la que algunas veces logro conectar para amplificar la mía o para variarla.

Leo uno tras otro los versos más diversos que alcanzo a encontrar y el estado de mi espíritu cambia, a mejor, aunque no tiene por qué ser a la alegría o hacia algo positivo de primeras, en el fondo mi disposición interior se renueva.

Prefiero antologías, que me permiten abarcar más y luego indagar en aquellos o aquellas que llamaron mi atención. También participo de un club de la rima, un grupo humano que quiere compartir, en la variedad y la diversidad de los gustos de cada cual, su pasión por la poesía.

Casi no he encontrado poetas actuales que me gusten, quizá podáis ayudarme a encontrar otros que sí, y vuelvo a los que nacieron antes de los treinta-cuarenta y a los clásicos y medievales, casi siempre en castellano aunque hay poetas que como no puedo leer en su idioma por lo menos lo hago traducidos.

También disfruto mucho el momento de sentir que descubro una joya... es una pequeña tontería porque solo es fruto de mi ignorancia y desconocimiento anterior, miles de personas la han encontrado antes que yo, pero el efecto efervescente que provoca en mí, es lo que ahora me importa. Ya iré conociendo cada vez más y nunca sabré todo, con lo que espero mantener mi capacidad de sorpresa siempre viva. No estar de vuelta.

Vivificar el espíritu para no doblegarnos, inundar el día a día de bondad, belleza, perdón, compasión, y que la lucha salga de nuestra parte más positiva y luminosa. Y mucho menos del miedo, la venganza o la ira.

Como decía, por eso todos los días leo poemas y os invito a probarlo, descubrir el poder de la poesía para conectar con algo interior, propio, individual y por lo tanto único, para mirar dentro de nosotros a través de las palabras... que hacemos nuestras pese a que son de otros.

El paso más allá es olvidarse de que no podemos, que es mejor ni siquiera intentarlo y empezar a ser creadores de poesía, la más diversa, la más personal, particular, subjetiva, quizá descubramos que así somos nosotras mismas más que de ninguna otra manera. Porque si surge de ahí será verdad, fuera de etiquetas, movimientos y corrientes, y es lo que imperiosamente necesita el mundo, verdad en el arte, verdad en la vida. Para derrotar, al menos un poco, a la cultura de la muerte que nos impregna a cada rato.

Si ponemos la combinación de introspección e imaginación en marcha podemos sentirnos mejor, con más fuerza para enfrentarnos a la dureza de la realidad y encontrar claves para transformarla.

Si lo probáis me contáis qué tal se os da...


Carne inmortal

Yo le tengo horror a la muerte
Mas a veces cuando pienso
Que bajo de la tierra he de volverme
Abono de raíces,
Savia que subirá por tallos frescos
Árbol alto que acaso centuplique
Mi mermada estatura,
Me digo: -Cuerpo mío:
Tú eres inmortal.
Y con fruición me toco
Los muslos y los senos,
El cabello y la espalda,
Pensando: ¿Palpo acaso
El ramaje de un cedro,
Las pajuelas de un nido,
La tierra de algún surco
Tibio como de carne femenina?

Y extasiada murmuro:
-Cuerpo mío: ¡estás hecho
De sustancia inmortal!

Juana de Ibarbourou, Raíz salvaje, 1922




Enlazo un par de libros que están online. Fue al encontrarlos, en mi búsqueda cotidiana de qué leer de hace unos días, cuando me entraron las ganas de escribir un poco sobre esta adicción mía.